Hasta hace poco, editores e impresores de libros tenían la percepción generalizada de que la impresión digital estaba limitada en cuanto a calidad, velocidad, flexibilidad y asequibilidad. Pero esta asociación está cambiando, en gran medida gracias a los sistemas de inyección de tinta para producción a gran velocidad.
Es un hecho. La impresión digital está ganando cada vez más adeptos en la industria de impresión de libros. Dos razones marcan la diferencia: la impresión digital conlleva menos riesgo y mermas de producción, y por lo tanto, menos costos, y más productividad. En este mercado, Xerox cuenta con algunas de la soluciones con tecnología Inkjet más punteras. Es el caso de las prensas digitales Brenva, o de la Rialto 900, que encontrará en el catálogo de Soficat.
La prensa de inyección de tinta de producción Xerox Brenva HD está diseñada para producir salida de calidad por un coste mínimo. Gracias a su control detallado del uso de tinta de cada trabajo, esta potente prensa permite elegir el equilibrio adecuado entre coste y calidad. Al mismo tiempo, el recorrido del papel y un proceso de obtención de imagen de reconocida solvencia minimizan las necesidades.
La Xerox Rialto 900, por su parte, tiende un puente entre la inyección de tinta de producción de alta velocidad y los dispositivos de hoja cortada basados en tóner, combinando la velocidad y la economía por página de la inyección de tinta con una calidad de imagen atractiva y un bajo coste de inversión de capital.
Se trata, por lo tanto, de dos equipos que priman la calidad pero también la productividad. La presión por incrementar la competitividad ha impulsado tiempos de entrega más cortos. En este sentido, un equipo de inyección de tinta puede remplazar múltiples prensas xerográficas, lo cual agiliza los flujos de trabajo para producirlo en menos tiempos mientras se ahorra espacio y se reducen gastos.
Esta versatilidad de tecnología y calidad de impresión ha abierto la puerta a la prensas de inyección de tinta a nuevas aplicaciones que hasta hace poco eran impensables. Es el caso del sector editorial, pero también de los segmentos comercial, transpromo y de empaque.