La piloto de Soficat Xerox considera un éxito haber tomado la salida por sus circunstancias y ha terminado la primera etapa en 31ª posición, a poco más de 12 minutos del primero.
“Me lo he tomado con calma y no he apretado nada. Después de tanto tiempo sin competir, me ha faltado un poco de confianza en las dunas y no he encontrado el ritmo”.
Laia Sanz ha estrenado su novena participación consecutiva en el Rally Dakar, la “más extraña” para ella, según reconoce, por la escasa preparación con la que ha llegado a la línea de salida. La piloto de Soficat Xerox ha hecho frente a la inactividad a la que se ha visto forzada los últimos meses y en la primera etapa, entre Lima y Pisco, con 84 kilómetros cronometrados y 247 de enlace, ha cruzado la meta en 31ª posición, a poco más de 12 minutos de la cabeza de carrera.
“Estar aquí es un éxito”, ha confesado entre contenta e insatisfecha a la vez. Y es que Laia Sanz es consciente de que, por un lado, ha estado a punto de perderse el Dakar 2019 por enfermedad, pero por otra parte, su espíritu competitivo la empuja a querer superarse y a luchar por estar entre los 15 primeros.
“Me lo he tomado con calma y no he apretado nada. Después de tanto tiempo sin competir y sin entrenar fuerte, me ha faltado un poco de confianza en las dunas y no he encontrado el ritmo”, ha reconocido. “Aun así, estamos muchos pilotos en pocos minutos y la diferencia no es significativa”, afirma.
Este martes Laia afrontará la segunda etapa, entre Pisco y San Juan de Marcona, con 342 km bajo el crono y 211 de enlace. La particularidad de la jornada será que los coches se encargarán de abrir pista esta vez y las motos irán detrás, contrariamente a lo habitual. “Creo que el ritmo será alto porque habrá las trazas de los coches, pero por contra el terreno estará más batido”, augura la de Soficat Xerox y el KTM Rally Factory Team.