Emulando a Indiana Jones, Laia Sanz se adentrará este fin de semana en el corazón de una mina en busca de un codiciado pedrusco, el trofeo de la Erzberg Rodeo. La piloto de Soficat Xerox tratará de convertirse este domingo en la primera mujer que consigue completar el recorrido de la prueba más dura y famosa del enduro extremo en sus 25 años de historia. Ha cubierto la primera de las dos mangas de la prólogo y mañana tendrá el segundo intento para clasificarse en primera fila para la carrera.
Si Laia Sanz fuera un personaje de Hollywood, bien podría ser algo parecido a la versión femenina de Indiana Jones. El intrépido arqueólogo encarnado por Harrison Ford tenía una especial habilidad por buscar objetos que también codiciaban los villanos. Eso le llevaba a meterse de lleno en aventuras increíbles de las que al final salía bien parado tras sufrir un sinfín de vicisitudes. Substituyan los objetos arqueológicos por trofeos, los villanos por rivales y las aventuras por todo tipo de peripecias encima de una moto y tendrán a Laia Sanz.
Del mismo modo que sólo habrá un Indiana, según confirmó hace escasos días el propio actor, no parece que Laia pueda tener sustituta. Mientras el personaje de ficción rompió el estereotipo de arqueólogo, la multicampeona ha traspasado todos los límites de una mujer encima de una moto offroad... y ahora está a punto de estrenar un nuevo episodio.
Si en la segunda entrega de la saga (“Indiana Jones y el templo maldito”), el protagonista acababa luchando con los malos en una mina de diamantes para recuperar una mística roca con poderes, Laia se enfrentará este fin de semana a los elementos en otra mina, esta vez de hierro, en la Erzberg Rodeo, en la localidad austríaca de Eisenerz. Y, puestos a buscar similitudes, el codiciado trofeo no es otra cosa que un pedazo de roca del Gigante de Hierro, el sobrenombre con el que se conoce al yacimiento.
En esta prueba, la más dura del enduro extremo, el premio no es acabar primero, sino terminar, porque de los 500 pilotos que toman la salida de la Red Bull Hare Scramble, sólo lo consiguen un puñado de hombres cada año. Nunca antes una mujer ha logrado finalizar, una estadística que Laia Sanz se ha propuesto cambiar este fin de semana en el 25º aniversario de la Erzberg Rodeo. “Hay mucho trabajo para lograr el objetivo de terminar y ser la primera mujer en hacerlo. En realidad, no sé si es posible conseguirlo el primer año”, reconoce la piloto de Soficat Xerox y KTM.
De hecho, en 2018 concluyeron 23 pilotos, en 2016 fueron nueve y el año anterior sólo llegaron cinco, de los que cuatro fueron declarados ganadores ex aequo. “La mayoría de los pilotos punteros no pudieron completar el recorrido en su primer intento. Me encantaría romper esa tendencia, pero si no, no pasa nada, no me pongo mucha presión”, señala.
El desafío es tan grande como el obstáculo a superar: una mina que acaba en lo alto de una montaña plagada de dificultades como el tramo llamado Carl’s Dinner de algo menos de 2 kilómetros en el que no hay más camino que un sinfín de rocas enormes apiladas unas a otras; rampas en laderas tan inclinadas que casi son imposibles de culminar; pasos estrechos por zonas boscosas llenas de trampas... y todo con una limitación de 4 horas, un margen de tiempo dentro del que los participantes tienen que completar 23 kilómetros infernales.
Los números de este desafío impresionan. Alrededor de 1.700 participantes de 43 nacionalidades (49 de ellos son chicas) han tomado esta mañana la salida en la llamada Iron Road Prologue, una clasificatoria que serpentea la mina desde la base hasta la cima, situada a 1.466 metros de altitud, con un recorrido de 13,5 kilómetros muy rápido. A lomos de una KTM 300 EXC TPI adaptada especialmente, Laia Sanz ha cubierto la primera de las dos mangas previstas en 10 minutos, 21 segundos y 8 décimas. Este sábado tendrá su segunda oportunidad para clasificarse para el plato fuerte de la prueba, la Red Bull Hare Scramble, que se celebrará el domingo entre las 12h00 y las 16h00 entre los primeros 500 clasificados.
“Una de las claves para terminar es hacer una buena prólogo. Es muy importante conseguir la primera línea y estar entre los 50 primeros, algo que de por sí ya es muy complicado. Salir dentro del segundo grupo de 50 pilotos significa encontrarte muchas aglomeraciones en los obstáculos y se complica todo mucho. Además, parece ser que será un año muy duro, según dicen los organizadores, porque han introducido zonas nuevas aún más difíciles, así que veremos qué sucede el domingo”, comenta satisfecha Laia Sanz por su clasificación provisional.