Laia Sanz se encomienda a la paciencia para superar el tramo final del Rally Dakar

La piloto de Soficat Xerox aguanta el tipo en una jornada poco propicia y gana un puesto en la general para situarse 17ª a las puertas de la segunda etapa maratón de la prueba.

Los 40 kilómetros iniciales han sido muy técnicos, muy bonitos, un poco lentos. Ahí me lo he pasado muy bien, pero después del refueling, a partir del km 180, era a fondo. No le veo la gracia a las etapas así”.

 

El Rally Dakar ha vuelto a la normalidad este martes para la categoría de motos, tras la jornada de luto vivida ayer por el deceso de Paulo Gonçalves. Laia Sanz ha tratado de dejar a un lado los sentimientos y ha vuelto a subir a su GasGas RC 450F oficial para afrontar con el mejor ánimo posible la novena etapa, entre Wadi Al Dawasir y Haradh. En el día más largo de la prueba, con un total de 886 kilómetros (410 cronometrados), la piloto de Soficat Xerox ha cruzado la meta en 23º lugar y gana una posición más en la general para situarse 17ª, a 3h 07’27” del líder.

El día ha ido bien, sobre todo la primera parte. Los 40 kilómetros iniciales han sido muy técnicos, muy bonitos, un poco lentos, con un terreno tipo endurero. Ahí me lo he pasado muy bien, pero después del refueling, a partir del km 180, era a fondo. He aflojado un poco, porque no quería hacerme daño. No le veo la gracia a las etapas así. La única gracia que tenía el final de etapa de hoy era aguantar el gas y, la verdad, no tenía muchas ganas con lo que sucedió el otro día. Espero que mañana la especial sea distinta”, espeta Laia Sanz.

La de Soficat Xerox ha añadido que “la segunda parte no estaba hecha para mí; se trataba de ir a fondo mucho, mucho tiempo. No me ha gustado nada y me lo he tomado con calma para asegurarme de no cometer errores. Sabía que estaba perdiendo tiempo, pero no iba a correr ningún riesgo”.

Sea como sea, la barcelonesa sigue bien situada, dentro del top 20 de un Dakar que pronto se le puso cuesta arriba por la caída que sufrió en la segunda jornada, al comienzo de la supermaratón. Precisamente, mañana tendrá que superar la segunda maratón de la presente edición. Entre la décima y la undécima etapas, los pilotos no podrán contar con sus respectivas asistencias técnicas, de modo que será clave conservar la mecánica para llegar a la meta del próximo 17 de enero. “Espero que me vaya mejor que la primera maratón que tuvimos. Tengo que ser paciente, porque, por velocidad, veo difícil superar a los de delante. Seguro que aún pasarán cosas”, concluye.