Laia Sanz sube al séptimo puesto a un día para el final

El Silk Way Rally llega a su novena y penúltima etapa con otra agotadora jornada que se suma a la de ayer sábado, también en el desierto de Gobi, donde los pilotos han tenido que cubrir 501 kilómetros en total, entre Alashan y Jiayuguan (China), de los que 290 eran cronometrados. Laia Sanz ha salvado la que para ella ha sido una “incómoda especial” con un 11º puesto. En la clasificación general ha ganado una posición y ya es séptima.

La piloto de Soficat Xerox reconocía a su llegada al vivac que se ha puesto en “modo supervivencia” para superar el trance: “Me lo he tomado con calma. Ha sido un día largo, muy físico, de esos de trabajar duro, con un terreno muy machacón, dunas pequeñas, luego las pistas rápidas estaban muy rotas… Me ha recordado algunas etapas del Dakar en Argentina, como Belén y Fiambalá, donde el único objetivo era sobrevivir, así que me he centrado en pasar la etapa y aguantar para intentar acabar mañana en la séptima posición, que estaría muy bien

Pese a pilotar con cabeza, midiendo sus fuerzas y los riesgos, la nueve veces campeona femenina del Dakar en motos, no se ha salvado de un pequeño escollo que la ha retenido durante unos minutos. He empezado a mi ritmo, tranquila porque tenía bastante diferencia con Adam Tomiczek, pero en un punto del recorrido había una especie de valla con alambres que se han enganchado con la rueda trasera de mi moto y me he quedado atrapada ahí. No conseguía salir porque con mis alicates no lograba cortar los alambres, que eran bastante gruesos. No me ha quedado más remedio que esperar a que llegara Tomiczek y, gracias a él, he podido salir de ahí. Después he ido con calma detrás de él, ya que me ha ayudado”, explica.

El Silk Way Rally concluirá mañana con la disputa de la décima y última etapa que llevará a los pilotos que siguen en carrera desde Jiayuguan y Dunhuang, con una especial de 255 kilómetros, del total de 556 de que constará la jornada.