Bitcoin, la criptomoneda de moda

El Bitcoin es la primera criptomoneda digital, que no es emitida por ningún banco central mundial, es una moneda creada y almacenada en soporte informático, intangible e inviolable. Bitcoin es una moneda libre, utilizada a nivel mundial en la que todos pueden participar de sus beneficios. En el momento de redactar este post, 1Bitcoin equivale a 36.512,71€.

El objetivo de Bitcoin es reducir los gastos de los gobiernos y bancos que produce a la sociedad. ¿Cómo?, pues bien, en Bitcoin la comunidad está conectada directamente y el sistema funciona sin la necesidad de ningún administrador.

Las transacciones también llamadas “TX”, son parte esencial de las criptomonedas como Bitcoin, ya que nos permiten usar y disfrutar de nuestros fondos de forma rápida, segura y sencilla. En Bitcoin, las transacciones pueden entenderse como los envíos entre personas que usan la red. En realidad, no son más que registros guardados en la “blockchain”, mensajes que contienen información fácil de encontrar dentro de la red de Bitcoin. ¿Como funcionan las transacciones?

Para realizar las transacciones solo necesitamos saber la dirección pública y una “Wallet”, ya que usa un software para vincular los datos de pago de la cuenta bancaria con el proveedor que procesa la transacción. Nos permiten administrar nuestros fondos de forma segura y con ellas podemos realizar transacciones de Bitcoin u otras criptomonedas.

En Bitcoin todo el mundo lleva las cuentas de todos, ya que la única clave que necesitas saber es entender cómo funciona el sistema, así que primero de todo, en caso de realizar una transacción, la comunidad ha de validar la información del anónimo que quiere hacer el ingreso a otra persona. Se refiere a asegurarse de que la persona sea la correcta y tenga el valor suficiente que ha de requerir para poder llevar a cabo la transacción. El valor de la moneda está en que la gente confíe en el sistema.

¿Que ventajas encontramos en las transacciones con Bitcoin? Pues bien, es rápida, fácil y económica y no requiere de la aprobación de ninguna identidad central. Dentro de esta red, es posible enviar una transacción en pocos minutos. También es irreversible, una vez que se realice una transacción con Bitcoin y se añada a la “blockchain” es prácticamente imposible de revertir o modificar la operación.

Las transacciones se realizan empleando direcciones publicas y claves privadas que hacen posible recibir pagos de forma absolutamente segura, garantizan la propiedad de los fondos recibidos y comisiones más económicas.

El problema de Bitcoin es que las instalaciones necesarias para que este sistema de pago funcione, producen más emisiones de CO2 que muchos países del mundo. La creación de Bitcoin y el funcionamiento de la criptomoneda, consumen mucha energía, según el economista holandés Alex Debries, la subida record del Bitcoin a principios de este año, podría llevar a la red a consumir tanta energía como todos los centros de datos del mundo. Para que os podáis hacer una idea, consume más electricidad que Finlandia, Suiza o Argentina.

Consume más por cada transacción que cualquier otro método de pago y si el uso previsto de Bitcoin sigue el ritmo de adopción de otras tecnologías, podría producir suficientes emisiones de CO2, como para levantar el calentamiento por encima de los dos grados en tan solo 30 años.