El renting es un alquiler de larga duración, ya que puede ser de entre 1 a 10 años, aunque lo más habitual es que se formalice por un periodo de entre 2 y 5 años. Durante este periodo de tiempo, se puede disfrutar del servicio nuevo pagando una cuota mensual estipulada en el contrato firmado entre las partes implicadas.
En cada caso es diferente, pero en nuestro ámbito, el renting de impresoras es un servicio en el que las empresas pueden optar a contar con una o varias fotocopiadoras en sus oficinas pagando una mensualidad durante un periodo de tiempo estipulado, y sin que sea necesario pagar más por lo que se consume en realidad. La diferencia que hay en un renting de coche en comparación al de fotocopiadoras, es que en el de un vehiculo tienes la parte incluida del mantenimiento, ITV, seguro…, en cambio, con el renting de las fotocopiadoras, te incluyen una cuota aparte del contrato en la cual incluye el mantenimiento, consumibles, servicio técnico… ¿Como funciona?
Pues bien, una vez accedes a realizar con cualquier empresa un renting de impresoras, deberás firmar dos contratos distintos. ¿Por qué? Las cuotas de mantenimiento no se las estás pagando a tu distribuidor sino a una financiera. Es decir, el fabricante vende el equipo al distribuidor y este, a su vez, lo vende a la financiera, que lo alquila al cliente final, es decir, tu empresa, y le cobra una cuota mensual. El distribuidor presta el servicio de suministro de cartuchos de tóner y servicio de mantenimiento y asistencia técnica. Así, tú deberás firmar un contrato con la financiera y otro con el distribuidor, en el que se reflejarán las condiciones del pago por uso.
Los contratos de renting de impresión suelen acotar este porcentaje que suele estar fijado en un 5% para la impresión monocromo y un 20% de impresión en color. Es decir, esos precios del coste por copia están estimados para esas coberturas, si son mayores, deberás pagar un exceso.
¿Cual es mejor opción? ¿Renting o compra?, desde nuestro punto de vista el renting es la decisión correcta, ya que no supone un desembolso inicial y además tendrás a tu disposición un equipo de expertos para cualquier duda o fallo que pueda ocurrir a las impresoras. De esta forma, sacarás el máximo partido posible y te saldrá muy rentable esta opción. Además, como está explicado anteriormente, están incluidos todos los arreglos e imprevistos que puedan suceder y también los cambios de consumibles.
Aparte de ello, el sistema renting de impresoras también te ofrece la opción de que si no quieres continuar con ella una vez que acabe el contrato, podrás parar o elegir otra que se adecue más a tus necesidades. Por lo tanto, sin duda, el renting de impresoras es la mejor opción para tu empresa.