No todas las personas vemos y percibimos los colores de la misma manera, pues hay veces que se producen algunas alteraciones en su percepción. Es el caso de las personas que padecen daltonismo, una afección por la que algunos colores no se ven de la forma normal.
El daltonismo o visión de color mala o deficiente, es una incapacidad para ver la diferencia entre ciertos colores.
Es una disfunción que modifica la percepción de los colores, conocida también como deficiencia de color.
La mayoría de las personas que lo padecen no pueden distinguir entre ciertos tonos de rojo y verde, entre tonos de azul y amarillo, o cualquier color, aunque el eje rojo-verde es la patología más común.
Desde la Academia Americana de Oftalmología explican que, en nuestra retina existen dos tipos de células que detectan la luz, estas células se llaman bastones y conos. Por un lado, los bastones solo detectan la luz y la oscuridad y son muy sensibles a los niveles bajos de luz. Y por otro, los conos detectan los colores y están concentrados cerca del centro de la visión.
De esta manera, la visión de los colores está determinada por el cono, un tipo de fotoreceptor que está presente en nuestra retina. Nuestro cerebro, utiliza la información que envía los conos para determinar el color que estamos percibiendo.
Existen tres tipos de conos, los sensibles al rojo, al verde y al azul.
La distribución adecuada de estos conos, permite que veamos los colores de forma normal, el cual se les conoce como tricómatas. Sin embargo, una alteración en los conos hace que una persona vea de manera deficiente los colores, siendo esto el daltonismo. Esta patología, que es más común en el eje rojo-verde, se da por igual en ambos ojos y suele mantenerse durante toda la vida.