En un polígono industrial a una hora de distancia de la ciudad vietnamita de Ho Chi Minh, se pueden ver montañas de toneladas de metal envueltos en una lona negra. Estas montañas, además de elevadas, tienen un kilómetro de longitud y esconden un “tesoro” que estaría valorado en 5.000 millones de dólares.
Además, este “tesoro” se ha convertido en uno de los más codiciados durante la recuperación económica global, dada su elevada demanda y relativa escasez en este momento.
Los inventarios de aluminio de Vietnam son las más grandes que jamás se han visto, algo totalmente anormal en una industria que tiene problemas en la actualidad para acumular y construir existencias ante la elevada demanda de este metal.
La razón es que este metal no puede moverse, por ahora. En el meollo de la cuestión se encuentran las autoridades aduaneras de Vietnam, que tienen paralizados miles de toneladas a la espera de una resolución que no termina de llegar.
Mientras tanto, los fabricantes compiten para comprar este metal que es tan necesario para decenas o centenas de productos.
Ya que para Vietnam es tan importante la acumulación de aluminio, se podría decir que es equivalente a todo el consumo anual de la India, el segundo país más poblado del mundo, asegura Duncan Hobbs, analista de materias primas de Concord Resources que ha estado cubriendo los mercados de metales durante 25 años.
Por otro lado, la industria del aluminio ya ha vivido una situación similar y temen que vuelva a ocurrir una nueva crisis.
Una era de sobreoferta da paso a otra de déficits, debido a las restricciones que impone China a la producción para reducir la contaminación. Un exceso del metal conlleva inevitablemente a una bajada de los precios, lo cual no conviene a los comerciantes.
Las reservas, mientras tanto, siguen agotándose. Las políticas arancelarias no ayudan, tales como las estadounidenses, que convierte en prohibitivos los precios del aluminio importado y provoca la drástica reducción de las reservas nacionales, como las existentes en Nueva Orleans o Detroit. Esta última llegó a acumular más de 3,5 millones de toneladas, el doble que la de Vietnam, pero ahora está prácticamente vacía.