La firma de ciberseguridad NordVPN ha dado voz de alarma al publicar un análisis de investigación que han llevado a cabo tras analizar más de cuatro millones de tarjetas bancarias de 140 países que se encontraban a la venta en la dark web, y que estaban a disposición de todos aquellos ciberdelincuentes que quisieran adquirirlas con la intención de probar suerte, utilizándolas para transacciones delictivas.
La ‘dark web’ es el lugar de Internet más inaccesible para los usuarios más convencionales, pero los ciberdelincuentes trafican tanto con información como con productos. Se utiliza para mantener la actividad de Internet privada y en el anonimato, lo que puede ser útil tanto en aplicaciones legales como ilegales.
La empresa de ciberseguridad, NordVPN, ha especificado que en la ‘dark web’ hay 78.654 tarjetas españolas a un precio medio de casi 12 euros, en transacciones ilícitas para las que se suelen utilizar criptomonedas.
NordVPN ha argumentado que la mayoría de las tarjetas fueron forzadas mediante ataques de fuerza bruta. Para ejecutar un ataque de este tipo se requiere una importante capacidad de
computación, ya que exige que una máquina se ponga a realizar cálculos de forma intensiva hasta que dé de forma aleatoria con los códigos PIN y números que se requieren para desbloquear su uso.
Según el jefe de Tecnología de NordVPN, Briedis, ha asegurado que, en comparación con las tarjetas procedentes de otros países, las tarjetas españolas son relativamente caras.
También, ha explicado que "cuanto mayor es la demanda, más dinero pueden cobrar los delincuentes por los datos que intentan vender. En este caso, la demanda se relaciona directamente con lo fácil que es robar dinero de una tarjeta y con la cantidad de dinero que se puede robar. Por eso las tarjetas más caras proceden de países con mayor calidad de vida o con peores medidas de seguridad bancaria".