La historia del ratón

Hoy en día cuando nos fijamos en el ratón de nuestro ordenador no le prestamos mucha atención, estamos tan acostumbrados a él que pasa desapercibido pero que lleva una historia muy peculiar la cual está directamente relacionada con los avances de la informática, especialmente en lo que a las interfaces gráficas se refiere.

Engelbart, junto a uno de sus compañeros también ingeniero, William English, fue el padre del primer ratón de ordenador en la década de 1960. Solo que no se le llamaba mouse, sino “X-Y Position Indicator for a Display System” y su diseño era bastante distinto a los modernos que manejamos hoy en día, era de madera y tenía un par de ruedas metálicas.

A principios de los 60, Engelbart, veterano de la Segunda Guerra Mundial, recién doctorado y con apenas un par de años de experiencia en el Instituto de Investigación de Stanford, tenía una idea clara, quería tecnología accesible y sencilla.

En 1945, mientras prestaba servicio en la Marina de EEUU, había leído un artículo del inventor Vannevar Bush que animaba a los científicos a acercar el conocimiento a la calle y él estaba decidido a trasladar aquella consigna a su propio campo. La oportunidad dorada le llegó cuando el Departamento de Defensa, le dio el apoyo necesario para que montara su propio centro en el ARC.

Allí llegó a tener cerca de medio centenar de personas trabajando para él y los esfuerzos se centraron en responder la pregunta de cómo sería el futuro de la comunicación por computadoras, por entonces la informática llevaba ya décadas rodando, hacía años que IBM había fabricado el IBM 650 y el equipo estaba convencido del enorme potencial del sector. La cuestión era cómo usarlo y evitar que los sistemas fuesen tan difíciles de manejar como un lápiz pegado a un ladrillo.

Desde 1961 Engelbart pensaba en una alternativa para que la interacción con las computadoras fuese más eficiente, con lo cual obtuvo la solución instalándoles un par de pequeñas ruedas atravesadas en una mesa para que el usuario pudiese manejar con ellas el cursor de la pantalla. Así consiguió un funcionamiento sencillo.

Más tarde, gracias a Bill English, acabó X-Y Position Indicator for a Display System pasó a llamarse como lo conocemos hoy, mouse.