La primera historia ilustrada y escrita por una IA

DALL-E 2 es la segunda versión de la IA generativa creada por OpenAI, empresa fundada en sus orígenes por Elon Musk, quien luego saldría de su dirección, y que ha recibido una importante financiación por parte de Microsoft.

DALL-E 2 funciona trabajando con bases de datos ingentes de las que es capaz de extraer y reconocer referencias tanto en texto como en imagen, formulando resultados que dejan con la boca abierta; en una mezcla de estupefacción y temor.

Las obras han sido producidas por Edwin Chen, ingeniero en Surge AI. Para ello, Chen decidió mezclar los resultados de DALL-E con el lenguaje natural que ofrece GPT-3. Sabemos que la IA de GPT-3 tiene excelentes habilidades para rellenar el resto de un texto cuando se le da una pequeña frase.

Asimismo, DALL-E es capaz de generar imágenes asombrosas usando como base indicaciones textuales. Así, cuando Chen indicó a GPT-3 un pequeño resumen del cuento donde Pikachu y Ash van a la guerra contra el Equipo Rocket, esta fue capaz de generar una historia detallada de la misma.

Posteriormente, estas líneas de texto fueron dadas a la inteligencia artificial DALL- E para que generara las imágenes. Así, obtuvo el resultado final, un tanto espeluznante para el público.

Pero esto no acaba aquí. Gracias a los esfuerzos de Chen, muchos otros usuarios también han querido unirse y crear sus propias historias mediante inteligencia artificial. Así, tenemos algunas resaltantes, como la de Edward Ongweso, de Motherboard, y quien puso a GPT-3 y DALL-E a generar e ilustrar un cuento corto sobre Donald Trump y su amor a Ataque a los Titanes.

Eso sí, todavía estamos un poco lejos de ver a una inteligencia artificial totalmente autónoma generando historias para niños. Se han detectado grandes sesgos dentro de esta tecnología, que además refuerzan estereotipos racistas y sexistas. Como ejemplo, tenemos a CLIP, un robot que ha decidido que la mayoría de los delincuentes son hombres negros.  Por esto, dejar que una IA genere cuentos para infantes sin ninguna supervisión es algo que todavía está por verse.

Hace unos meses nos mostraban cuánto faltaría para que la IA reemplace a los humanos en diferentes tareas. Entre ellas se encontraba la del escritor. Las estimaciones arrojaban fechas bastante lejanas, pero parece que esta tecnología está avanzando más rápido de lo que creíamos.