Los cables submarinos son cables de fibra que están instalados en el fondo del océano para conectar a países de todo el mundo, pueden transmitir grandes cantidades de datos, están
cubiertos de silicona y se enfundan en diferentes capas para proporcionar aislamiento. Unos barcos especiales ayudan a colocar estos cables en el mar, además, se utiliza un arado submarino para enterrarlos. Según TeleGeography, actualmente hay 508 cables submarinos entre activos y proyectados.
El primer cable submarino internacional lo realizaron los hermanos Brett en 1850, y unía Gran Bretaña con Francia a través del estrecho de Dover. Con el paso de los años, estos cables de telecomunicaciones han recibido mejoras para ofrecer otros servicios.
El Laboratorio Nacional de Física (NPL) indica que los cables podrían usarse como una matriz gigante de sensores científicos de aguas profundas, añadiendo que los científicos probaron dicha técnica en un enlace de fibra óptica entre Canadá y Reino Unido.
Los expertos señalan que "instalar sensores permanentes para monitorear el fondo del océano es muy caro. El 70% de la superficie de la Tierra es agua, pero todas las estaciones
sísmicas están en tierra, porque es demasiado difícil colocar sensores permanentes en el lecho marino".
Una de las grandes innovaciones es que los científicos afirman que los cables habían detectado terremotos y señales oceánicas gracias al enlace de fibra óptica de infraestructura EXA con 5.860 kilómetros de longitud entre Southport, Lancashire y Halifax (Canadá).
Para llevar a cabo la detección, usaron tramos individuales de cable entre repetidores y dispositivos que ayudan a aumentar la señal. El Dr. Giuseppe Marra comenta para BBC que
"si aplicamos esta técnica a una gran cantidad de cables, podríamos transformar esta infraestructura submarina en una serie gigante de detectores de terremotos, corrientes oceánicas y más".
Extender la red sísmica desde la Tierra hasta el fondo del mar podría mejorar la comprensión de la estructura interna del planeta y su comportamiento dinámico. Asimismo, los sensores basados en cables podrían identificar el área epicentral de un terremoto de la misma manera que los sismómetros terrestres.