El país gobernado por Volodímir Zelenski produce la mitad del neón del mundo, un preciado gas que en cantidades suficientemente refinadas se usa para crear los láseres que fabrican los semiconductores.
Los fabricantes de chips emplean láseres para grabar patrones de circuitos hiperfinos en obleas de silicio que funcionan avivando los átomos, a menudo, el neón constituye el 95% o más del contenido gaseoso del láser.
El neón tiene que ser refinado a una pureza del 99,999 % para este propósito, un proceso de nicho que muy pocas plantas en el mundo llevan a cabo.
Recordamos que los chips que tanto escasean no solo están presentes en dispositivos tecnológicos, sino que se utilizan en las cadenas de producción de muchos otros sectores, como por ejemplo el de la automoción.
Cryoin Engineering produce y suministra a todo el mundo gases raros de ultra alta pureza, entre ellos neón, pero también helio, xenón y criptón. Exporta su producción a empresas en Europa, Japón, Corea, China, Taiwán, India y Tailandia, aunque la mayor parte se envía a Estados Unidos, según los gráficos disponibles de comercio internacional.
Dado este volumen de exportación, los expertos del sector han hecho saltar las alarmas sobre las consecuencias mundiales que puede tener la interrupción de los suministros generados por Cryoin y han detenido la producción de neón y demás gases desde el pasado jueves.
No obstante, Bondarenko hacía una llamada a la calma y afirmaba que Cryoin tiene suficientes suministros para mantener la producción hasta finales de marzo.