En España, las empresas Talgo y Repsol presentaron el modelo ‘Vittal One’, un tren de hidrógeno que está pensado para cercanías y medias distancias, además, funciona con la energía que se obtiene de pilas de combustible gracias a una reacción química.
Japón fue el primer país que puso en marcha el tren de hidrógeno en 2006, mientras que en 2018, la corporación francesa Alstom probó en Alemania la innovación de un ferrocarril comercial de pasajeros que estaba propulsado por una pila de hidrógeno.
Talgo cuenta con el apoyo de Repsol para liderar la producción de hidrógeno en España. La empresa ferroviaria española se encarga de diseñar y fabricar el tren, mientras que la
compañía multinacional energética aporta las infraestructuras y los medios logísticos.
Repsol posee una planta de hidrógeno en Cartagena (España) para suministrar dicha materia prima, además, Talgo tiene una línea para desarrollar los trenes de hidrógeno. El tren es capaz de transportar el hidrógeno renovable en taques para trasladarse a unas celdas de combustible que lo transforma en electricidad y agua, de esta manera, se acumula en baterías o pilas de litio que alimentan a la locomotora.
Básicamente, este medio de transporte puede producir la electricidad necesaria sin contaminar en el medio ambiente, debido a que deja un rastro de vapor y agua por su recorrido.
Es importante mencionar que el hidrógeno es renovable, se produce sin emisiones de CO2 a partir de electricidad eólica o solar, es una alternativa libre de emisiones y reduce la huella de carbono.
La misión principal es que pueda circular por el 40% de las vías que están sin electrificar en Europa, es decir, cerca de 80.000 kilómetros exentos de dióxido de carbono. Los objetivos consisten en mejorar la movilidad en España y aprovechar las líneas férreas no electrificadas.
Los expertos estiman que cada kilómetro de vía a electrificar tendría un coste medio de medio millón de euros, por consiguiente, con Vittal One no sería necesaria la mano de obra para que pudiese circular por España.
Por otro lado, el tren operará en rutas secundarias que cubren conexiones entre los pueblos españoles, donde se activará la carga de hidrógeno en los tramos no electrificados.