Si hay un aspecto que va cobrando cada vez más importancia en nuestra sociedad éste es el de la sostenibilidad. Nos encontramos en un entorno que tiende a automatizarse y, como no podría ser de otra forma, conseguir objetivos como reducir la contaminación de los coches en las ciudades deben pasar también por este tipo de procesos.
Xerox, en su orientación a la ingeniería de negocio, pretende ser parte activa de la evolución de la movilidad en las ciudades. Su plan es acabar con las horas punta en las grande urbes, y para ello desarrolla una plataforma de análisis de datos de transporte que lleva a un proyecto de simulación de patrones de movilidad de la población. Con estos datos en la mano, Xerox empezó a trabajar en saber qué pasaría si se modificara la red de transporte público.
Con este objetivo, la compañía cuenta con la colaboración de una pequeña ciudad francesa, que aporta datos para seguir probando distintas opciones. La intención es evolucionar el proyecto para implementarlo en grandes ciudades, cosa que se espera que pueda ser posible en unos cuatro años. De esta forma, las autoridades y gobiernos locales podrán saber con certeza el impacto real de una modificación o alteración en la red viaria.
Para el usuario, este cerebro artificial de movilidad supondrá un servicio de información en el que no sólo se ofrecerán opciones de viaje mucho más optimizadas, sino también información de averías y alternativas para evitarlas. Un sistema que se distinguirá por la multimodalidad, una manera de combinar diferentes medios de transporte en función de las prioridades del usuario: rapidez, ahorro o sostenibilidad.