El escáner es un dispositivo muy habitual en las oficinas e incluso en las casas. Su utilidad es indudable y diríamos que se ha convertido ya en un elemento casi imprescindible para muchos negocios y particulares.
A aquellos que no estén muy familiarizados con los escáneres, les explicaremos que se trata de un periférico que se utiliza para copiar mediante el uso de la luz documentos o imágenes impresas. Gracias a él se puede pasar del papel a formato digital documentación para que ésta sea más fácilmente clasificable, se pueda enviar cómodamente a través del mail o simplemente se pueda almacenar sin perder calidad.
Desde que apareciera el primer escáner allá por 1984, la tecnología ha evolucionado mucho. Se ha pasado del blanco y negro al color, se ha mejorado la resolución y velocidad de los dispositivos, disponemos de aparatos de numerosas medidas y su conectividad con otros equipos ha dado un paso de gigante.
Muchos usuarios todavía emplean escáneres individuales, como por ejemplo los que forman la familia DocuMate de Xerox. De todas formas, cada vez son más los que se aprovechan de las ventajas de los equipos multifunción, que aúnan impresora, fotocopiadora, fax y escáner, entre otras funciones.
Entre estos últimos, Xerox también cuenta con una amplia oferta de productos, la mayoría de los cuales incluyen escáneres de una sola pasada y todos ellos con OCR (Reconocimiento Óptico de Caracteres) de serie. Así, encontramos por ejemplo modelos de las series AltaLink, VersaLink o WorkCentre, entre otros. Por lo tanto, los usuarios disponen de multitud de opciones para elegir en función de sus necesidades y presupuesto.