¿Sabías que Xerox inventó el tóner?

Seguro que habréis oído hablar alguna vez de la historia de la empresa Kodak y el descubrimiento de la fotografía digital. Se dice que esta marca americana, que vendía el 90% de los carretes fotográficos que se suministraban en Estados Unidos, estaba en disposición de impulsar la fotografía digital pero, sin embargo, siguió apostando por la analógica hasta que en 2012 se declaró en bancarrota.

Visto con la perspectiva del tiempo, la historia que hay detrás de la invención de las impresoras láser, podría haber sido parecida. Y es que a pesar que Xerox fue quien inventó las impresoras de tóner o tinta seca que hoy en día copan las imprentas y oficinas, uno de sus jefes estuvo a punto de boicotear este avance.

Allá por la década de 1970, un trabajador de Xerox llamado Gary Starkweather se propuso investigar la técnica de la tinta seca siguiendo las observaciones que Chester Carlson, el inventor de la xerografía, había hecho en su descubrimiento. A priori, Starkweather estaba en la mejor empresa del mundo para poder tirar hacia delante un proyecto innovador y revolucionarlo como aquel, pero a la práctica no sólo le faltó apoyo de la empresa, sino que tuvo que superar muchos obstáculos.

Al contarle la idea, su jefe se opuso al proyecto e incluso amenazó al resto de personal con el despido en caso que colaboraran con él. Ni corto ni perezoso, Starkweather decidió tirar adelante con su anhelo y se puso a trabajar en una zona secreta del laboratorio y de manera solitaria. Al final, todo su trabajo a contracorriente tuvo su fruto cuando el 1977 se puso a la venta la primera impresora láser gracias a su invención del tóner.

Gracias a personas como él, cuatro décadas más tarde Xerox sigue siendo punta de lanza en el sector de la impresión y especialmente por lo que se refiere a innovación.