Esta propuesta permitirá a los consumidores comprar nuevos dispositivos sin tener que adquirir un cargador adicional. Las intenciones de los eurodiputados al respecto eran un hecho, sin embargo, no se esperaba que fuese una realidad antes de 2026. Por otro lado, el pacto tendrá que ser aprobado en el Consejo de la Unión Europea y el Parlamento Europeo.
El modelo de cargador universal será el USB Tipo-C, que ya se utiliza para la mayoría de los smartphones nuevos, a excepción de los iPhone. De momento, dicho cargador único no será compatible con ordenadores portátiles, relojes inteligentes o los dispositivos que miden la actividad física, por razones técnicas como su tamaño.
El acuerdo provisional sobre la Directiva de Equipos Radioeléctricos modificada, establece una solución de carga única para determinados dispositivos electrónicos.
El objetivo de la Unión Europea con esta ley es que los productos electrónicos sean, sobre todo, más sostenibles; además de reducir los residuos electrónicos y facilitar la vida de los consumidores.
La Comisión Europea lleva impulsando este acuerdo desde hace trece años. En 2009, alcanzó un acuerdo voluntario con los principales fabricantes de dispositivos para reducir de treinta a tres los cargadores existentes: el USB 2.0 Micro B, el USB-C y el Lightning, exclusivo de Apple.
Ese pacto expiró en 2014 y el pasado mes de septiembre el Ejecutivo comunitario lanzó una nueva propuesta que ha fructificado hoy.